En Chile, miles de personas con diabetes tipo 1 y tipo 2 corren el riesgo de desarrollar nefropatía diabética, una enfermedad que afecta los riñones debido al exceso de azúcar en la sangre. De hecho, la diabetes es la principal causa de insuficiencia renal crónica, una condición que puede llevar a la necesidad de diálisis o trasplante de riñón si no se detecta a tiempo.
Los riñones tienen millones de pequeños vasos sanguíneos llamados nefronas, encargados de filtrar los desechos y el exceso de líquidos en la sangre. Cuando los niveles de glucosa en sangre se mantienen elevados durante mucho tiempo, estos vasos sanguíneos pueden dañarse, reduciendo la capacidad del riñón para filtrar correctamente.
Esto provoca una acumulación de toxinas en el cuerpo y, en casos avanzados, puede derivar en insuficiencia renal.
La nefropatía diabética suele ser silenciosa en sus primeras etapas, por lo que muchas personas no presentan síntomas hasta que el daño es severo. Algunos signos de alerta incluyen:
🚨 Hinchazón en pies, tobillos o rostro
🚨 Aumento o disminución repentina de la cantidad de orina
🚨 Fatiga extrema y dificultad para concentrarse
🚨 Presión arterial elevada (hipertensión)
🚨 Pérdida del apetito y náuseas frecuentes
Si presentas alguno de estos síntomas, consulta a un médico especialista de inmediato.
✔ Control regular de la glicemia y la presión arterial
✔ Realizar exámenes de función renal al menos una vez al año
✔ Llevar una alimentación baja en sodio y proteínas procesadas
✔ Evitar el consumo excesivo de medicamentos sin indicación médica
✔ Beber suficiente agua y evitar el alcohol en exceso
Si tienes diabetes, es fundamental que un médico evalúe regularmente el estado de tus riñones. Un diagnóstico temprano puede prevenir o retrasar el daño renal, mejorando tu calidad de vida.
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